GEOPATÍAS Y SERES VIVOS

Construimos túneles en las montañas, desviamos cauces de ríos y rieras, realizamos infinidad de vertidos tóxicos, desforestamos bosques, construimos en torrenteras o antiguos cauces de ríos, destruimos la capa de ozono, simplemente debemos ser respetuosos con la naturaleza y no intentar adueñarnos de todo, hay lugares que no han sido creados para nuestro uso y el saltarnos todas las normas bioclimáticas o geobiológicas puede costarnos la salud y a veces la vida.

Los animales no han perdido, como nosotros, la conexión con su entorno. Vivir en armonía con la naturaleza, les permite elegir de forma natural los mejores sitios. No es de extrañar por tanto que ningún animal en libertad muera a consecuencia de los desastres naturales, pues sienten el peligro y huyen antes de que suceda la tragedia. En un pueblecito de Europa, los habitantes están muy pendientes de sus gatos, ya que cuando estos salen de forma precipitada y con el rabo en alto, ellos se preparan para abandonar el pueblo y así evitan las consecuencias de los constantes seísmos.

Curiosamente el gato es uno de los animales que prefiere dormir sobre una zona afectada. Las abejas son otro ejemplo de localización de geopatías, situando sus colmenas sobre un nudo Hartmann con el fin de producir más miel. El caso de las hormigas es también curioso, puesto que suelen hacer sus sendas siguiendo a las corrientes de agua subterránea, cosa que saben aprovechar algunas tribus africanas que encuentran el agua gracias a ellas.

Los gatos son uno de los ejemplos de supervivencia más notables que en mi opinión, existen. Además de todas las notables características que poseen y que los hacen especiales, por si fuera poco, tampoco les afecta la radioactividad. En Chernóbil los únicos supervivientes de este trágico accidente radioactivo, fueron los gatos y las cucarachas.

Todas estas geopatías, afectan por igual a animales y plantas. Esa puede ser la misteriosa razón que se esconde tras distintas enfermedades en nuestros animales domésticos, como es el caso de los animales de granja en establos o cobertizos, confinados en un lugar geopatógeno sin posibilidad de huir, o el caso de huertos y jardines que no dan producción o tienen repetidas plagas que hacen fracasar cualquier intento de sacarlo adelante. Aunque también existen árboles que prefieren las zonas alteradas, por lo que es aconsejable testar radiestésicamente el lugar para sembrar cada especie.

Los objetos inanimados no escapan tampoco a las emisiones telúricas. Se pueden producir fallos inexplicables en aparatos electrónicos -ordenadores, fotocopiadoras, televisores, maquinaria, etc.- situados en zonas alteradas, que vuelven a funcionar milagrosamente cuando se cambian de sitio.
¿Y los accidentes que ocurren en tramos donde no existe peligrosidad? Quizá sea porque el conductor se distrae momentáneamente al entrar de forma repentina en una zona geopatógena.

Observemos a los gatos y perros, ellos nos dirán cuál es el lugar que debemos elegir para evitar enfermedades. Otro sistema para la captación de las distintas geopatías (redes Hartmann, Curry, Peyré, aguas subterráneas, chimeneas cosmotelúricas y ondas de forma), es la técnica de radiestesia.

Pilar Moreno:  Consultora en Medicina del Habitat : Geobiología y Biohabitabilidad , Radiestesia , Radionica, Feng Shui,  Limpiezas energéticas de espacios , Terapeuta en Medicina Natural , Flores de Bach, Aromaterapia, Gemoterapia, tratamientos para personas y animales

🌐 www.casassaludables.blogspot.com

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